Martí Guixé

Martí Guixé cuenta con la historia personal de cualquier diseñador que se respete, con un currículo académico notable y colaboraciones con empresas famosas. Pero justamente como los revolucionarios de hoy que nacieron en el ámbito de las instituciones que los formaron, Guixé revoluciona el diseño trabajando con la materia viva que se puede transformar y desestructurar, hibridizando áreas como la antropología, el humorismo, la gastronomía, la tipografía, las ciencias humanas, las ciencias exactas, las artes expresivas y el diseño. Analiza situaciones, comportamientos y gestos, proponiendo soluciones radicalmente eficaces con la ergonomía minimalista, liberadas de la imagen de un cuerpo idealizado donde la perspectiva tecnocrática ha tratado de crear la forma justa.

Como un visionario, Guixé transforma las cosas con los ojos que las observan, inventando mercancías indispensables del siglo veintiuno. El mundo de Martí Guixé está hecho de objetos compactos y eficaces que van del ojo a la mano y a la boca, sólidos y metafísicos, para soñar con ojos que miran al cielo o para mitigar las penas, ideales para el curioso y el hedonista, para los hinchas de fútbol en TV o para los imitadores del Barón Rampante de Calvino.